La palabra método tiene su origen en dos palabras griegas: meta, que significa objetivo final y hodos que significa camino. Meta+hodos nos da por resultado: método = camino que se sigue para alcanzar una meta. Los métodos creados en el CIEM por la Dra. María Antonieta Lozano, son caminos que se han encontrado para alcanzar ciertas metas y resultan de la aplicación de numerosas teorías del aprendizaje. Las influencias pedagógicas de la Dra. Lozano son diversas, partiendo de los estudios realizados en el siglo XVI por el pedagogo Juan Amos Comenius, hasta investigaciones más recientes sobre el desarrollo de la inteligencia, realizados por los pedagogos Jean Piaget, Howard Gardner, Lev Semenovich y David Ausubel, pasando por escuelas tan variadas como el racionalismo de René Descartes, el empirismo de John Locke y Stuart Mill, la filosofía de Emmanuel Kant, el conductismo de Watson, Guthrie y Skinner, llegando al trabajo de los pedagogos Pestalozzi, Herbart, Rebsamen y Decroly. Para la Dra. Lozano, la enseñanza-aprendizaje es una simbiosis: si un estudiante no aprende es porque el docente no enseña correctamente. Las razones pueden ser muchas, pero todas confluyen en un mismo punto: la ignorancia del docente respecto a las teorías del aprendizaje y sus técnicas de enseñanza. Dichas técnicas se componen de estrategias, material didáctico y metodología, que varían en función de cada asignatura, pero que deben tomar en cuenta la edad de los estudiantes, sus talentos individuales y su capacidad de aprendizaje, así como respetar sus intereses profesionales y preferencias musicales. La Dra. Lozano desarrolló los métodos del CIEM aplicando a la música técnicas de enseñanza desarrolladas para la aritmética y la lecto-escritura. Partiendo de teorías del aprendizaje derivadas del conductismo, aplicó a la enseñanza de la ejecución instrumental la teoría de la asociación de la contigüidad de Edwin Guthrie, la teoría del conductismo operante de Skinner, y la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. La Dra. Lozano puso en práctica dichos métodos para la resolución de problemas que obstaculizan el desarrollo académico del músico, tales como: la dislexia, los diestros obligados (naturalmente zurdos), la conducta académica viciada por prácticas escolares equívocas, el sentido auditivo mal educado o dañado. La planta docente del CIEM ha sido entrenada para enseñar tomando en cuenta estos métodos y postulados. Gracias a la metodología y los programas de la Dra. Lozano, un gran número de jóvenes que han iniciado sus estudios de música a una edad tardía (más de 18 años), se han convertido en reputados intérpretes y compositores con reconocimiento internacional y han obtenido algunas de las becas más importantes del mundo, alcanzando estudios de posgrado que los han impulsado el éxito profesional.